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Los efectos adversos de la marihuana podrían no desaparecer

Especialista destaca que el uso del cannabis es más peligroso de lo que muchos creen

La preocupación real es que los síntomas provocados por el cannabis no desaparezcan a largo plazo, aunque el joven deje de usar la sustancia

Por: Primera Hora  Cesiach López Maldonado   Actualizado: 23 de mayo de 2022

El uso de la marihuana en la juventud puede ser más perjudicial de lo que muchos piensan, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes, quienes exponen su integridad física y su salud mental con el uso cada vez más frecuente de esta droga.

En estudios recientes en los Estados Unidos, se establece que, entre un 24 a un 61% de los jóvenes que experimentan un primer episodio psicótico dicen estar usando cannabis. Estas cifras muestran el impacto que puede tener esta sustancia en la salud mental de los jóvenes, en momentos en que su cerebro aún está en desarrollo.

“En los tiempos que estamos viviendo, la percepción sobre la marihuana no se ve como una sustancia dañina o peligrosa, pero el uso de cannabis está asociado hasta a un 50% de a los casos de un primer episodio de psicosis. Lamentablemente, el cannabis es una sustancia que se utiliza con cierta frecuencia, particularmente en jóvenes. En Estados Unidos, aproximadamente un 15% de los estudiantes en décimo grado han usado marihuana y, a medida que se aumentan los grados, en cuarto año, ese numero aumenta a un 22%. En la universidad, ese número, curiosamente, no aumenta, pero tampoco disminuye, sino que se queda más o menos ahí”, explicó el psiquiatra Víctor Toraño, quien funge como asesor de sustancias de la Administración de Servicios de Salud y Contra la Adicción (ASSMCA).

Según el psiquiatra, una de las peligrosidades del consumo de cannabis en jóvenes es el desconocimiento de los posibles efectos adversos que puede tener la sustancia a esta edad temprana en la vida, donde aún el desarrollo está en etapas fundamentales.

“Pocas personas saben que todavía el cerebro de un adolescente está en pleno desarrollo y que ese cerebro sigue desarrollándose hasta los 24, 25 y 26 años. En ese sentido, tenemos un cerebro que está en desarrollo y estamos afectándolo, con cannabis o alcohol —porque el alcohol está más fácilmente accesible y, en nuestra cultura, si eres joven y no te ven con una cerveza, pues algo está pasando contigo. Mientras más temprano es el uso y más frecuente es, más impacto va a tener en ese cerebro de esa persona”, sostuvo el especialista.

Un posible efecto de esta droga en las personas es el desarrollo de un primer episodio de psicosis, el cual puede dar paso a una avalancha de efectos que ponen en riesgo la salud mental de la persona que consume marihuana.

“Cuando hablamos de psicosis, específicamente estamos hablando de alguien que está fuera de contacto con la realidad. Entre los síntomas que puede presentar la persona con psicosis, los más comunes son las alucinaciones en cualquiera de los sentidos: visuales, auditivas, táctiles y gustativas, aunque las alucinaciones más frecuentes con el uso del cannabis son las alucinaciones visuales”, dijo el doctor Toraño.

Otro de los síntomas que pueden verse con cierta frecuencia son los delirios.

“Esto es el yo creer una idea falsa, no empece a que se me presente evidencia de que esto que yo creo no es cierto. Sin embargo, yo todavía tengo esa idea, esa creencia fija. En la calle le dicen: ‘la perse’ y puede deberse a múltiples causas”, detalló el asesor de ASSMCA.

El psiquiatra sostuvo que estos efectos no ocurren en todas las personas que consumen el cannabis, pero sí es probable que muchos los pasen por alto y que puedan llegar a convertirse en condiciones que se presenten en la vida y que afecten el funcionamiento mental de la persona.

“La realidad es que el uso del cannabis es una caja de sorpresas. Algunas personas lo van a usar esporádicamente y va a ser un uso experimental que no va conllevar ninguna consecuencia negativa, mas, sin embargo, en un grupo de personas, va a llevar a lo que conocemos comúnmente como una adicción o a otros trastornos emocionales severos como los trastornos psicóticos, con la implicación de que los trastornos psicóticos pueden convertirse en trastornos a largo plazo”.

“La preocupación real, en blanco y negro, es que estos síntomas no desaparezcan a largo plazo, aunque el joven deje de usar la sustancia, y que se conviertan en síntomas para toda la vida. La expectativa es que síntomas causados por sustancias como el cannabis, en la medida en que el cuerpo elimine la sustancia tóxica, pues se vayan, o con el uso de medicamentos, porque hay personas que necesitan usar medicamentos. Esos síntomas pueden, entonces, eliminarse, pero tenemos la posibilidad real de que sean para toda la vida, a la medida que la persona siga usando cannabis”, afirmó Toraño.

El aspecto hereditario también es otra de las preocupaciones con el uso de la marihuana en los jóvenes, así como en adultos, ya que su consumo puede “despertar” genes peligrosos.

“Pudiéramos tener un gen durmiendo que, con el uso de esta sustancia, se despierte y, de momento, tener un trastorno de salud mental para el resto de nuestras vidas”, advirtió el psiquiatra.

Por esto, el psiquiatra recomendó que los padres estén pendientes de cualquier señal que apunte al consumo de drogas o alcohol en sus hijos.

Algunos síntomas perceptibles del uso de cannabis son:

  • Conjuntiva roja (ojos)
  • Cambios en patrones de apetito y sueño
  • Cambios en las personas con quienes se relaciona
  • Problemas en la escuela (ausencias o bajar las notas)

Dado a la peligrosidad de este consumo en etapas tempranas de la vida, el médico también exhortó a los jóvenes a pensar en las consecuencias de ese consumo para que puedan buscar ayuda a tiempo.

“Una de las preguntas que se les hace a las personas, para evaluar si están teniendo problemas con la marihuana, el alcohol, o [la sustancia] que sea, es si el uso de la sustancia y sus efectos interfieren con lo que normalmente la persona tiene que hacer en su día a día, porque, para algunas personas, su vida empieza a girar en torno al uso y, todo lo demás pasa a un segundo plano”.

“La misma persona utiliza mecanismos de defensa como decir: ‘no, yo estoy bien’; o la minimización: ‘no, yo solamente uso dos o tres cigarrillos al día’. Hay personas que creen que el uso de sustancias como la marihuana y el alcohol es como automedicarse porque están teniendo depresión y ansiedad, y han encontrado una solución en una sustancia que le trate esos síntomas. Así que se buscar si hay la coexistencia de algún otro trastorno emocional para tratarlo adecuadamente”, concluyó el doctor Toraño.

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