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Despenalización de la marihuana: no lo mató el cannabis, lo mató el punto

Todos hemos escuchado alguna historia de un “yo conozco a alguien, que conoce a alguien que murió por las drogas”. Hoy día, no hay que buscar muy lejos. Y si no se conoce a alguien de primera mano, basta con ver los titulares.

Organizaciones criminales que se lucran del trasiego de drogas son las protagonistas de noticias sobre balaceras y masacres que cobran las vidas de nuestros jóvenes.

Tan reciente como la semana pasada, Puerto Rico dio un paso en la dirección que no solo cuesta millones al pueblo, sino que pretende que nuestros líderes “se laven las manos como Pilato” y dejen en manos de otro nuestra seguridad y nuestra economía.

Proponen consulta sobre la despenalización de posesión de 14 gramos de marihuana

La legislatura debería considerar el Proyecto de la Cámara 1191 para atender despenalización, legalización e inyección de nuevos fondos a una economía que lo pide a gritos, en lugar de impulsar una consulta para no considerar un delito la posesión de 14 gramos o menos de marihuana, escribe Carmen Serrano. (GFR Media)

El Proyecto de la Cámara 975 propone una consulta al pueblo sobre la despenalización de las drogas ilegales y no va a conseguir nada que no sea retrasar un proceso que eventualmente volverá a manos de la legislatura, porque de resultar favorecido un “sí,” requiere de legislación adicional para hacer realidad esa supuesta despenalización.

En el aspecto económico, el proyecto deberá igualmente asignar fondos de esta maltrecha economía para este referéndum que no avanzaría en una dirección ni otra.

Sin embargo, hay alternativas viables. Sobre la mesa está el Proyecto de la Cámara 1191 para atender despenalización, legalización e inyección de nuevos fondos a una economía que lo pide a gritos.

El Proyecto 975 pone a las poblaciones más vulnerables en riesgo. La pieza legislativa propone una consulta popular sobre la despenalización de hasta 14 gramos de marihuana. Pero, hablemos claro, sencillamente establece que, si se diera paso a la despenalización, se eximirá de todo cargo criminal la posesión de 14 gramos o menos de este producto, no importa el lugar de procedencia del mismo.

Es inconsecuente que esos 14 gramos hayan sido obtenidos en un dispensario, un lugar legalmente establecido con un alto grado de control de calidad, que si fueron obtenidos en “el punto,” lucrando al bajo mundo, en medio de armas ilegales y drogas ilícitas.

Hablar de despenalizar sin legalizar es un error de consecuencias enormes. Mientras sea en esa dirección en que se mueva la conversación, seguiremos viviendo a la merced de organizaciones criminales. También seguiremos viendo cómo se desvanece nuestro futuro como pueblo en medio de masacres, balaceras, y la proliferación de marihuana alterada con drogas ilícitas.

Si prevalece la escuela de opinión de que no es necesaria la legalización para la despenalización, seguirán las muertes, pero tenga usted claro, que no los mató el cannabis, los mató el punto.

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ENLACES:

La salud no es un delito: la despenalización de las drogas, por Sebastián López

La controversia por la despenalización de la marihuana, por Claudia Vázquez Nadal

El lado oscuro de la legalización de la marihuana recreacional, por Orlando Pagán